La verdad es que me ha sorprendido gratamente con su carácter. Todos sabemos la fama que tiene esta raza de ser ladradora y tener muy malas pulgas (nunca mejor dicho), pero que va!! todo lo contrario. Es muy cariñosa, tranquilísima y se porta bien bien. Ayy, estoy como un padre al que se le cae la baba con su retoño.
Pues eso, aquí tenéis a la rata peluda de casa:

Nika subiendo una oreja como si se tratara de una ceja de Carlos Sobera

Después de la siesta, tocan los estiramientos de columna
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